Por Clovis Díaz de Oropeza F.
Cercar una ciudad, es una antiquísima táctica de guerra, empleada a lo largo de la Historia que, en principio parece dar la victoria a los sitiadores sobre los sitiados.
Empero, todo cerco y en particular a una ciudad, no siempre consigue el triunfo, porque une a los sitiados de distintos intereses, enfoques ideológicos y políticos-
La reacción de la ciudadanía, de las clases sociales, de las familias, se transforma en una gran motivación contra los autores del sitio. Los que están cercados pertenecen sin excepción, a un gigantesco núcleo familiar empeñado en resistir y romper el cerco.
De la esperada victoria, los cercadores ven cambiados sus planes y envían más fuerzas, cuyo paso ya no es de vencedores.
En pocos días cambia la situación: la ciudad cercada, recoge a extramuros, apoyo y poco a poco, la solidaridad de otras ciudades hace que el propio país, condene el cerco.
Así es en líneas generales. Por ejemplo, en nuestro país Bolivia, paro y cerco estuvieron frente a frente durante cinco semanas y las consecuencias aún no son muy visibles, empero, en todos los niveles sociales y empresariales, hay esperanza de que la economía nacional debilitada por aquel conflicto; tenga buena recuperación , si no es alterada por eventos similares al paro y bloqueo a Santa Cruz.
Créditos foto ABI (foto de portada)