POTOSI: URANIO EN EL CERRO PAHUA

Por Clovis Díaz de O. F.

Oculto entre los problemas que distancian a las poblaciones hermanas de Potosí y Oruro; camina aún clandestino, el  posible y mayor conflicto de nuestra  Historia republicana, superior a las dos guerras de Chile y Paraguay con Bolivia: la existencia de uranio en el cerro Asanta-Pahua ubicado en el departamento de Potosí.

Visto desde un satélite, el Cerro Asanta-Pahua de color marrón claro, tiene la forma de un herraje, cuyas escarpadas entrañas albergan piedra caliza, amén de cuantiosos minerales y metales. En la base montañosa, brilla una laguna y paralela a ella,  corre el Río Marques. El elevado lomo del Asanta-Pahua, mira hacia Sevaruyo, población orureña señalada para la instalación de una fábrica de cemento, que aprovecharía la piedra caliza potosina.

El uranio, puede ser bien o mal para nuestra Patria. Todo depende cómo las autoridades nacionales, manejen el tema. Si éstas favorecen a países cuestionados en la ONU como gobiernos hostiles por mantener una política atómica adversa a la seguridad mundial, Bolivia estaría en el centro de la tormenta, cargando sobre sus espaldas, riesgos inminentes. Si por el contrario, las autoridades comercializan e industrializan el uranio en los marcos establecidos por el concierto internacional, nuestro país nada tendría que temer. Los ingresos económicos por el uranio ayudarían a mejorar el nivel de vida no sólo de las poblaciones en pugna, sino y lo mas importante, de toda Bolivia.

Haciendo abstracción de los límites entre Potosí y Oruro, reitero,  el cerro Asanta-Pahua contiene un mineral estratégico que pertenece al Estado boliviano, pero su utilización y destino final, interesa también a países inscritos en la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El uranio del Asanta-Pahua, ha dejado de ser motivo regional. Ahora es tema de interés mundial. Por eso mismo, el recelo es que nuestro uranio, de alta ley, podría ser explotado quizás, con fines no pacíficos por naciones distantes que tal vez, alientan  proyectos atómicos ofensivos.  Por lo tanto, lo que podría suceder con la producción de este metal, compete a todos los bolivianos y sus instituciones, entre ellas, las Fuerzas Armadas.

El uranio, es un bien con potencial de energía benéfica. Que su valor estratégico-económico, sirva para combatir el hambre, la pobreza y el desempleo;  que genere un ciclo pacífico de alto desarrollo tecnológico y abra nuevas oportunidades para quienes habitamos los cuatro puntos cardinales de nuestro espléndido y riquísimo territorio patrio. Que el uranio, no se transforme en el peor problema de la Historia de Bolivia.

Créditos foto ABI (Cerro Rico de Potosí)