¡HERMANO DEL ALMA¡

Por Clovis Díaz de Oropeza F.

El viernes 14 de septiembre 2010, internado en una clínica de Sopocachi,
el exministro de Gobierno, Guillermo Fortún, charlaba con un amigo y le
decía sonriente ”mañana habrá grandes noticias”.
Acostado en la cama, colocaba su mano derecha sobre un marcapasos, justo
en el lado izquierdo.
Sonreía feliz, pese a que, una vez dado de alta, sería obligado a volver a la
cárcel de San Pedro, donde guardaba prisión junto al Ministro que le había
sucedido en el Ministerio de Gobierno, Leopoldo Fernàndez, también de
ADN.
Alrededor de las 8 de aquella noche, Guillermo despidió a su amigo
diciéndole— “!Mañana grandes noticias, hermano del alma¡”
Al siguiente día, Guillermo había muerto.
Para el amigo visitante, quedó la duda de aquella repentina muerte y pensó
que tal vez, el exministro de Gobierno, se quitó el marcapasos para nunca
más retornar a la cárcel de San Pedro ¡Quién sabe¡
En mayo del año 2000, Guillermo Fortún asumió la jefatura del Ministerio de
Gobierno. Su exitosa labor en la erradicación de coca ilegal en Chapare le
enemistó con ese sector.
Años más tarde, el 2010 fue recluido en el Penal de San Pedro, al que nunca
más retornaría por su fallecimiento.

GRANDES MOSTACHOS

Por Clovis Díaz de Oropeza F.

Empezó su carrera política posiblemente en los años 70 del Siglo Veinte, como titular de la Federación Universitaria Local (FUL),de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), en la ciudad de La Paz. Una de sus tareas fue promocionar a otro joven que, con el correr de los años, llegaría a ser Presidente de Bolivia (1989- 1993). A no dudarlo, el hombre de los mostachos negros y eterno saco gris de líneas negras, es principal referente de las victorias del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), pues gracias a su inventiva y creatividad en asuntos políticos, aquella tienda política gobernó desde el viejo Palacio de Gobierno . Su habilidad, consiguió que el jefe de Acción Democrática Nacionalista (ADN), General Hugo Bánzer, fuera una vez más primer mandatario. Sin quitar méritos a notables del MIR, el hombre de los grandes mostachos, que pagó culpas ajenas el año 2000, es el mayor artífice para que el “mirismo” haya escalado a las cimas de la Nación. Al inicio del Siglo XXI y con la pandemia del C19, no supimos más del hombre de los negros mostachos. Hoy traemos su imagen al presente.